Me encuentro en un momento, uno de esos donde miles de cosas han pasado, y encuentro solamente una caricia diminuta en la parte herida de mi ser, leyendo una de las cartas que me enviaste a unos días de cumplir 10 años de existencia.
No es un secreto que lo que extraño no es la persona, ni el olor, el color de las playeras ni el extraño lunar en el dedo, pero sí la sensación de tener una enorme manta de protección que sentía alrededor mío, sobretodo cuando sentía que todo estaba mal, cuando mis lejanos problemas de aquel entonces, eran problemas verdaderos para mi mente de ese tiempo.
Leer las palabras honestas de alguna manera es como tomar un chocolate caliente en el frío, porque es un momento que apapacha el alma, pero solo eso, al final todo se enfría, y debo buscar por mis propios medios mitigar la incomodidad.
Alguien dijo que el cambio es lo único constante, quizá fue Alexander Hamilton probablemente. Y yo creo que eso me ha provocado un profundo miedo de perder las cosas tan rápido, por eso es mi necesidad de asegurarme que seguirán ahí, tener aunque sea la falsa certeza de que quienes me dijeron que estarían ahí, lo estarán cuando voltee de nuevo.
Sin embargo las cosas no son así, solo puedo estar segura de que nada está seguro.
Cerramos este año con muchas dudas, con mucha incertidumbre, y a la vez con muchas cosas aprendidas, porque definitivamente no soy la misma que inició este 2022, en mi cabeza sucedieron muchos cambios, en mi corazón también resentí dolores profundos y alegrías increíbles.
Leo y siento que muchas inseguridades que el primer amor me expresó, y son cosas que yo trato de transmitir por mensajes a quienes me gustaría me escucharan, y pienso también quizás debería dejar de ser una persona tan dura y difícil.
Pero no puedo permitirme volver a ser blanda como solía serlo hace unos años, no en esta ciudad, no en esta soledad, no con esta vulnerabilidad.
Necesito hacer más cambios en mi, porque el camino que he tomado de soberbia y orgullo solamente me está apartando de las buenas oportunidades para contar mi historia acompañada.
Este es un proceso de volver a aprender a vivir, a confiar, primero en mi, y luego para amar(me).
Me duele mi corazoncito en este momento, y por nadie en especial, solamente me duele y lo que hago es lastimarme a mi misma una y otra vez, sin algún motivo en especial, más que hacerme un callo o algo para volverlo más fuerte, no lo sé, no comprendo el por qué me hago esto de vez en cuando, a lo mejor porque no siento nada y esta es la única manera que encuentro para recordarme que estoy viva y que sigo teniendo sentimientos de debilidad.
Les soy honesta, siento un dolor fuerte que vive conmigo desde hace mucho y aunque algunas veces es menor, hay otros días en donde ese dolor es lo único en que debo concentrarme para que no me consuma.
Y así es este círculo vicioso, me duele y me protejo siendo fuerte, solamente para llorar más fuerte ese dolor cuando nadie me mira.
Ya no quisiera vivir más momentos tristes ni convertir de mi vida algo trágico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario