Hace años, estando sola en casa, cuando vivía en Puebla, hablé conmigo, fui honesta por un momento y reconocí el porqué seguía repitiendo patrones.
Caí en cuenta que permitía ciertas cosas que no me gustaban, solo porque sí.
Me dije qué era exactamente lo que quería y necesitaba, fui muy específica en describir a la persona que quería en mi vida.
Yo quería y necesitaba la seguridad de sentirme amada y valorada.
Hoy le dije a mi novio que quería ir por esquites cuando regresara del trabajo.
Fuimos y nos comimos medio litro de esquite, sentados en un parquecito por la zona.
Yo manifesté esto, y no estoy hablando del esquite.