miércoles, 26 de febrero de 2025

Maria

La vida definitivamente no se ha convertido en el lugar que yo imaginaba para esta edad.
No es normal detenerme un momento a llorar antes de llegar a casa.
Me siento frustrada y sin escapatoria, porque sé que puedo hacer algo más con mi vida, pero no tengo ni idea de a dónde ir.

Me equivoqué en aceptar este trabajo, pensé que sería una salida fácil en lo que encontraba cómo colocarme en otro lado, pero siento que ya se me acabaron las opciones, me volví es chiste que dice que trabajas en McDonalds cuando estudias diseño gráfico.

Siento alivio cuando me siento y mucho dolor cuando me levanto y mis pies no alcanzaron a reposar.
Odio la comida que tengo que comer cada día, odio tener que tratar con personas groseras que me pueden mirar por debajo del hombro, solo porque pueden.

Odio no poder hablar claramente de mi trabajo con mi mamá, y que no tenga tiempo de hacer otra cosa más que unas cuantas tareas de la casa y sentirme físicamente cansada como para hacer algo más.

Me siento triste, a veces mi cabeza se va a otros lados cuando mi cuerpo está de pie tantas horas.
Mi trabajo no me da nada, solo dinero, es lo único, no siento felicidad ni satisfacción, es más, me gustaría tener alguna razón para que un día me despidan.

Obviamente estoy haciendo las cosas bien, este trabajo lo puede tener cualquier persona con dos dedos de frente y el mínimo esfuerzo, claro que sí me voy, la día siguiente encuentran un reemplazo, porque no aporto nada, no soy absolutamente nadie ahí.

Me da un chingo de tristeza, es como una medicina que tengo que tragar, pero no le veo fin, no tengo un plan B, ni motivación para moverme para otro lugar.

Odio sentirme así, como un desperdicio de talento.
Mis ataques de ansiedad se han vuelto violentos, llenos de enojo por mí y por los demás.

Estoy en un mal estado mental, y me siento obligada a repetir mis días así, sin ningún sentido.

Odio esto, lo odio.

martes, 31 de diciembre de 2024

#366 la roca

Siento que este año que pasó se dividió en lo que viví en la campaña, y luego todo lo demás.

Siendo honesta, el 2024 no tuve ganas de socializar, de salir o de ser una amiga presente. 
Solo estuve encerrada y preferí que Aarón cubriera toda la parte social que necesitaba, creo que me escondí en el único lugar seguro que conozco, sin intención de hacer algo más por mí.
Creo que este año me cubrió una nube de tristeza, perdí las ganas de buscar, de hacer, de proponer, y lo único que pude hacer fue tratar de no ser una carga para Aarón, traté de serle útil, de darle la menor cantidad de molestias para estar bien los dos, porque se volvió en mi única rutina.

Este año renuncié a un trabajo mediocre después de 3 semanas de haberme echado un compromiso que sabía que no iba a funcionar.
Me sentí como una imbécil los últimos 3 meses del año, se me caía la cara de vergüenza, personas se dieron cuenta que no valgo verga y se enojaron conmigo.
Y yo no pude ni supe dar más explicaciones, dejé que su opinión generara su propio juicio sobre mi y ni siquiera tuve ganas de darles réplica.
Prefiero que piensen que soy egoísta e inmadura, honestamente no tengo ganas de defenderme ya.

Este año perdí el ímpetu de buscar un trabajo que fuera adecuado para mí, me dejé vencer, permanecí en silencio durante horas viendo el techo de mi cuarto, sin ganas de bordar, o de hablar con alguien.

Este año empeoró mi relación con mi mamá, al grado de no tener nada de ganas de compartirle sobre mi salud mental, ni de ningún tema conmigo en general.

No quise mostrarme en redes con la típica cara maquillada y arreglada, ni de presumir nada porque no tenía nada que enseñar.

Este año de no ser por Aarón, hubiera pasado desapercibido.
No logré nada por mi cuenta (como siempre), y me da mucha tristeza verme así, sin nada que ofrecerme.

Solo traté de ser una buena compañera, y llevar mi día a día una tarea a la vez, sin sobresalir ni destacar en nada.

Este año Aarón va a decir que estuvo orgulloso de mí, porque sabe que luché, pero es como premiar a un niño por terminar la escuela, no hay mérito alguno por el deber ser de un "adulto funcional".

No quiero que el 2025 sea igual, me abruma mucho pensar en qué no tengo idea de qué es lo que debo hacer ahora.
Lo primero es buscar trabajo y por el amor de Dios, tratar de conservarlo.

Solo estoy satisfecha de al menos no terminar mal, enferma de gravedad, embarazada (por accidente) con algún vicio o alguna deuda.

Se sintió como un año en piloto automático, y me siento culpable por que sea así.

Hacer este ejercicio de escribir todos los días fue de las cosas más difíciles que me hice a propósito, y ha sido el año más difícil en poder concretarlo, muchas veces no quise escribir ni una palabra, ni tomarme una foto, mucho menos tuve algo interesante que decir, pero lo logré.

Ahí está, el reto 365 +1 (año bisiesto), completado.

lunes, 30 de diciembre de 2024

#365 Cerdo de babel

Hoy nos dimos una vuelta a Saltillo, me recuerda un poco la dinámica en Veracruz, donde solo se va al centro por una nieve.

Vimos al mejor amigo de mi novio, siempre me da gusto verlo feliz con sus amistades, me gusta también ver qué lo tienen en tan buena estima, eso habla bien de Aarón.

Ah, pero este año es bisiesto y falta un día más.

domingo, 29 de diciembre de 2024

#364 Dinolandia

En este momento estoy bebiendo Tequila con Aarón en la sala de su casa, al fondo se escucha a mi suegra roncando plácidamente, mientras él y yo platicamos de cosas del pasado, tonterías en general como siempre.

Hoy fuimos al centro de Ramos, nos tomamos fotos, salimos a pasear un rato.

sábado, 28 de diciembre de 2024

#363 HEB Nogalera

Siempre es bien surrealista estar hasta acá a dar un paseo.
Me gusta cada vez sentirme un poco más parte de la cotidianidad de mi suegra y que las amistades de Aarón me consideren tanto.

Hoy conocí el último HEB que me hacía falta de Saltillo.