Hay días donde apenas le recuerdo, donde aparece en mi mente por breves instantes, solo porque algo ha detonado un ligero pensamiento de esa persona.
Parece que ha pasado poco tiempo aún, y a la vez también parece todo lan lejano.
Hay días donde es lo primero que pienso, y hay noches donde es lo último que me hace llorar.
Ahora estoy atrapada en un limbo, sin dejar ir, sin soltar, y refugiándome en mi máscara donde todo me da risa.
Me está costando mucho trabajo convivir en casa, me siento como a los 17 sin tener permiso para salir y hacer cosas normales. Y es que en realidad estar aquí me hace sentir de cualquier edad, menos de 29 años.

No hay comentarios:
Publicar un comentario