Cada que regreso a casa veo cómo el tiempo transcurre a una velocidad que no comprendo.
Veo a mi abuela más viejita, a mi tío más cansado, también veo la casa más triste; como si mi hogar se estuviera derrumbando.
Me hace falta Peluza, esa sensación de que todavía queda tiempo.
Cuando me de cuenta, ya no habrá motivos para regresar a casa, solo mi mamá será mi hogar errante.

No hay comentarios:
Publicar un comentario