Este ha sido uno de los meses más cansados de mi vida, los días pasaron uno por uno lentamente, y todos los días sentí nervios en el estómago, y el corazón tan agitado que no podía dormir.
Recuerdo cada día de este mes, todas las cosas que hice por mi, por estar bien, por evitar sentirme mal, y de alguna manera lo logré, hasta llegar a hoy, el día definitivo en donde por fin pude irme de esta empresa, alejarme de él de una vez por todas, y por fin lograr llegar a la paz.
Pero parece ser también que mi mente no lo ha asimilado, parece que no estoy entendiendo bien que me he quedado desempleada de nuevo y que de ahora en adelante mi vida comenzará en un lugar nuevo para mi.
Incluso he reprimido mis ganas de llorar, como que no quieren salir de mis ojos este sentimiento guardado.
Hoy escuché su voz, y a lo mejor fue la última vez. Solo pensé en todo el coraje que tuve que tragarme, las dudas que jamás serán resueltas, el adiós más terrible que haya tenido que recibir.
Recibí mis cheques, y fue una sensación muy extraña, sabía que esto ya era lo último que iba a pasar en esa empresa, evité a toda costa tener otro confrontamiento con personas, siento que tuve que huir por mi propia seguridad.
Mañana llegará mi mamá y en ese momento hablaré con ella, y sé que será una de las conversaciones más difíciles que tendré, sé que será algo muy difícil pero debo hacerlo, para por fin saber qué es lo que debo hacer conmigo.
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