Cada quien está cargando su propio mundo sobre sus hombros, cierto?
La lucha es individual día a día, y de manera colectiva todos estamos sufriendo del mismo mal.
Quizá las cosas sí están muy mal y apenas lo estoy entiendo, por eso mi cuerpo empieza a resistirse a hacer como que todo está bien. Aún así no debo permitir hundirme de nuevo, no puedo darme el lujo de dejarme vencer por esas fuerzas malignas que existen en mi cabeza.
Hoy me preparé una verdadera comida y lo único que hice fue agradecerle a Dios por haber sobrevivido otro día.
Estamos cada vez más cerca de acabar con todo esto, de quitarle la pausa a nuestra vida, y a que yo vuelva a tener mis ataques de ansiedad encerrada en el baño del trabajo.
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