Tuve "la charla" con mi mamá, la que debía tener hace meses pero que no me había atrevido a hablar con ella.
Los tatuajes son detonadores para poder abrirme con mi mamá y decirle qué tanto siento que la estoy cagando viviendo sola.
Lloré lo que me he guardado cada vez que llego enojada y fastidiada en el trabajo.
Lloré mi frustración y mi soledad.
Mi mamá lloró conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario