Uno aprende a vivir con los ruidos que lo rodean, al punto donde ya no te alarman.
Quiero decir, te acostumbras a tus ruidos, a los que escuchas todas las noches.
Sabes quien habita aquí, sabes que es lo que hacen, sabes incluso que los ruidos en tu habitación son provocados por tu entorno.
Escuchas tus voces, las voces de los demás.
Incluso aprendes a distinguir los silencios.
He aprendido a distinguirlos a todos en esta casa.
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