No nací para ser líder, ni para dar órdenes.
Nunca he sido capaz de defenderme ni de dar buenos argumentos, prefiero evadir, ignorar y hablar mal a las espaldas, eso es lo que me funciona.
Hay personas con las que no puedo hacerlo porque veo todos los días, pero me dejo, porque no quiero tener conflictos, aunque eso me cueste estar escuchando chistes y palabras que me molesten.
Creo que una vez que me defendí fue en el Kinder cuando mordí a una amiga que me estaba molestando.
En la secundaria, mi mejor amiga también me trataba mal, pero con mucho amor logré cambiarla. Creo que eso no se repite así de fácil con cualquiera, y sinceramente no tengo tiempo ni ganas de estar combatiendo actitudes que me molestan.
Por otro lado, están las personas que me cuentan su vida porque creo que tengo una actitud neutral, en esos casos solamente escucho y si acaso interrumpo para preguntar una o dos cosas, pero no tengo mucha participación.
No se, me cuesta trabajo tener amigas hembras.
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