Quizá deberían de aprender que esto que ven es lo que hay, lo que puedo dar.
Siempre me da la impresión de que debo ser o dar más, pero no quiero hacerlo, no me apetece.
Solo ofrezco lo justo, lo que se que recibiré a cambio.
No busco a nadie, no hablo con nadie, no pido nada.
Si me buscan toquen la puerta, solo algunos saben donde escondí una llave de emergencia.
Soy la señora huraña que vive escondida en el bosque, pero que baja al pueblo disfrazada de aldeana de vez en cuando para comprar pan.
Quiero mi altar de cuarzos, tomar mi té en la tarde, escuchar música y guardar silencio.
Esto es todo lo que hay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario