Cada Domingo que estoy en Veracruz es la única ocasión que voy a la iglesia porque eso hace feliz a mi abuela. Hacerla feliz es difícil, tengo la ventaja porque ella me ama como si fuera su hija.
Soy creyente de Dios, pero no de la iglesia y no de las personas que la conforman, para ser realista dejé de sentir motivación alguna para pararme en el templo y orar para que me vaya bien en la vida.
Solo lo hago por compromiso, también hago referencias de la biblia estando en mi casa porque se que eso les gusta. Pero lo hago porque me se los pasajes y las parábolas de memoria.
Pero tambien recuerdo todo el control que mi abuela ha tenido sobre mi y sobre mi mama, han sido pocas las veces en que me he revelado contra ella.
Yo creo que el tatuaje ha sido la mayor de todas, por eso lo amo tanto, porque ella no pudo ejercer control sobre mi esta vez. Y no puede hacer nada al respecto.
domingo, 3 de mayo de 2015
Misa #137
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