Hay bocas que no embonan, como las nuestras.
Puedes besar solo la envoltura, puedes tatuarte un corazón en el exterior, pero no dejo que escarbes más profundo.
Porque soy una piedra dura, como un diamante, donde no ha podido tu amor ablandarme.
Hay personas que nacen con la tragedia en la sangre, pero no puedo ser Teresa de Calcuta.
Tal vez yo también merezca el suelo.
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