Después del día 100 los siguientes se me han hecho eternos, ha pasado más lento el tiempo y yo no tengo ganas de describirlos porque no hay mucho que contar.
Contrario a lo que los demás pudieran pensar, no espero que hayas muerto, no, ojalá estés vivo, riendo para adentro, teniendo una gran vida, hablando de mi así como yo lo hago de ti.
Ojalá vivas sano, ojalá estés amando intensamente, ojalá vayas al centro y digas "aquí te bese", "aquí me di cuenta de que no significó nada".
Ojalá que veas algo que te recuerde a mi, a mis dientes chuecos, a mi cicatriz del labio, a mis lentes de pasta negra, a todas las cosas que te platicaba en la madrugada, cuando te contaba la misma historia que le he contado a todos los demás, ojalá sea un destello en tu mente, como una fotografía en sepia con mi cara riendo, llorando, ya sabes, las cosas que he hecho con todos, no te sientas especial.
Ojalá tuviera algún rostro qué visualizar mientras escribo esto, pero solo es la sombra de un cuerpo sin altura definida, sin color de piel ni ojos que pueda ver.
Porque realmente no te odio, incluso al más mierda de todos ustedes, no me he tomado la molestia de evaluar quien de ustedes ha dolido más, porque creo que he sentido cosas peores.
El veneno de serpiente se tiene que chupar hasta que salga todo, creo que ahí sigue un poco almacenado en mi ser.
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