Somos como dos balas perdidas, haciendo daño a quien las recibe.
Doy sorbos largos al vino rosa como si fuera medicamento,
solo fumo demás si estoy bebiendo, y ahora bebo a diario.
Esta noche no vengo con reproches ni quiero pedir explicaciones tuyas ni de otra persona.
Cada vez que prenden la luz del patio, me escondo de la ventana, como el escarabajo que tengo en la pierna, hago como que no existo, saben que estoy ahí pero me ignoran y yo a ellos.
Cuando platico con alguien, esa persona sabe que estoy ahí, hasta convertirme en insecto de colores y prefieren ignorarme.
Porque un escarabajo sigue siendo para algunas personas solamente "una cucaracha de colores".
Estos han sido unos días muy largos, con noches muy cortas.
Las palabras bonitas se me resbalan.
Si tú te vas no te haré falta
No hay comentarios:
Publicar un comentario