domingo, 2 de octubre de 2016

Sonido de ranas

Tengo una buena juventud, porque, aunque "renuncié" a muchas cosas que tenía en mi hogar, se que estoy haciendo lo mejor que puedo compensándolo con otras experiencias que de haberme quedado en mi burbuja, jamás habría tenido.

Pensé mucho, mucho, más de lo que cualquier persona hubiese pensado durante un lapso de 3 horas.

La primera cosa que pensé es que soy muy afortunada, tengo una riqueza espiritual muy grande, y gracias a eso no he caído tan profundo, y si lo hago, con la misma fuerza me levanto, yo sola.
He tenido una evolución enorme desde hace un par de años que llevo defendiéndome.
Para bien o para mal construí una fortaleza a mi al rededor, una muralla impenetrable. Yo se hasta donde y hasta que momento puedo continuar o dejar algo que me produce mal. 
Mi tristeza, mi depresión, mi vacío me ha forjado este carácter, el poder decir "No quiero esto para mi, así que mejor me voy", me considero valiente, aunque llore, aunqnue me encierre, soy más valiente que mucha gente que conozco, porque puedo hacer lo que quiera, soy libre, y quiero hacerme feliz a mi misma.

Quiero decirle a mi hijo que tuve una buena juventud, y que la cagué en manera épica algunas veces, pero que aquí estoy, con mis cicatrices, mis recuerdos y advertencias que me dijeron que debía cambiar algún aspecto en mi vida.

Pensé en los domingos de ir al parque, para pasar horas en los columpios escuchando música y liberar mi cerebro un rato.
Pensé cuando perdí mi virginidad, en mi vieja bocina, mis años de universidad, las noches en que escribí mi tesis, cuando decidí que no quería ser una del montón, no una niña genérica que dice y piensa lo mismo.
Pensé en todos ellos que han estado en algún punto de mi vida.
Pensé en las madrugadas hablando por teléfono con desconocidos.
Pensé en mis grupos favoritos, la felicidad que me ha dado poder ir a verlos y esa sensación de sentir como la batería se fusiona con los latidos de mi corazón.
Pensé en cuantos regalos y fiestas cambié por ir a conciertos desde los 13 años.
Pensé en mi bailando en calzones mientras escojo la ropa que usaré para ir al trabajo, en los viajes en camión, y mis pláticas por horas acerca de mis canciones favoritas.

Un beso perfecto con alguien imperfecto, los sonidos de sapo, las segundas voces, los triángulos de amor bizarro, los lunes tristes, todo el amor del mundo que llevo contenido a lo largo de 25 años.

Pensé en toda mi vida, me llené de los colores que se traspasaban en mis párpados con los ojos cerrados.

Estoy bendecida, tengo más cosas por las cuales sonreír, y si lloro, yo misma me enjugo las lágrimas, soy buena y algo bueno debe de llegar, puedo confiar en eso.
Mañana quizá me vuelva a sentir como una mierda, pero ya no me aferro, yo se como componerme. 
Soy una marica.



I feel fine and I feel good
I'm feeling like I never should



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