lunes, 26 de septiembre de 2016

Otoño

Ahora me resulta más fácil inventarme una historia a cualquier momento, como si en mi mente se proyectara una película, donde mi propia voz es la narradora de mi vida.
Quién es él? Dónde estoy parada? Por que los olores y la temperatura ambiental me hacen querer detallarlos de tal manera que sea fácil recordarlos tiempo después, cuando nada de esto exista?

Comienzo, justo en la época del año que me resulta más lastimosa y difícil de enfrentar.
Es justo ahora que mezclo recuerdos de años anteriores, con canciones, con los colores de mi cabello, los cigarros que fumaba en la ventana mientras veía las humildes estrellas que se alcanzan a ver en esta ciudad.
Hace frío, aún no termina la lluvia, como sí quisiera despedirse , no sin antes dejarnos un recuerdo, así que llora y llora hasta que quedemos hartos de ella.
Nos llueve todos los días, a veces nos sorprende más temprano, aferrándose a la tierra, como niño que no quiere ir a la escuela y llora para hacer entender su capricho.
Llega el frío después, como un muerto, porque el año esta llegando a su entierro, con letargo, como Domingo a las 6 am, nadie está listo, todos estamos cansados, no deja de hacer frío, y también oscurece antes de su hora normal, para regresarnos a la cama. La muerte nos ronda estos meses.

He descubierto algo nuevo, cuando pensé que ya había vivido cosas interesantes, gratas y desafortunadas, llega esto.
La incompatibilidad, como dos almas moldeadas al mismo tiempo, con el mismo aliento, similares, perdidas y encontradas en un mar azaroso de incertidumbre como son estas calles y sus edificios.
Llegó sin anunciarse, como una sorpresa, no un alguien, no un quien. Simplemente llegó, esa sensación, un incompleto, buscando algo de alivio, buscando a un similar.
Otra sensación que le ayudase a sobrellevar su carga, no una persona, no carne y vísceras.
Llegó un poco antes del Otoño, anunciando el cambio de hojas, anunciando la pausa en las lluvias. Anunciando quizá un respiro, Metamorfosis, figurando cada cosa en su lugar, sacando también lo mejor y lo peor de mi.

Un querubín sin ganas de amar, un amante virgen, un sueño atrofiado. Simplemente un "no" que fue dictado desde un lugar tan lejano, que solamente escuchamos el eco rezonando en las cuatro paredes y un espejo.
Escuchamos el susurro de la negación, y valientes quisimos tentar a las leyes escritas. Lo sabíamos desde un principio, desde antes de nacer, pero, una vez más ignoramos todo para encontrar que todo era verdad.
Estoy desprendida, disputada entre mis hemisferios, no se puede amar solamente con uno, nunca terminaría de estar incompleta, por más que alargara mi conciencia, sabría que hay algo que no me permite entregarme.
Es tan fácil decir "Ya no más", pero también es tan difícil irme, no tengo contemplado el sufrir una separación en este momento. Siento que si me amputo otra pierna ya no podré seguir, hasta que alguien quiera empujar mi silla y en esas condiciones preferiría morir.

 Ahora esperemos el castigo, 
Que llegue el frío a quemarme los labios.
Que llegue el aire a levantarme la falda.
Tengo que memorizar los límites que amurallan la pequeña ciudad.
Debo cuidar mi alma, porque si muere mi yo morirá con ella.







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