domingo, 2 de julio de 2017

Julio

Realmente no se si este sea un buen momento para escribir algo, cualquier cosa.
No tengo cigarrillos a la mano, es de noche y yo no tengo sueño.

Hay una rutina que se ha aparecido repentinamente, no me estoy quejando...
creo que el último año me di por vencida y decidí dejar de luchar, y lo que hago ahora es solamente dejarme llevar.
Pretendía mantenerme sola lo más posible, pero como ya todos sabemos, fracasé.
El último año me hice un animal de casa, perfectamente dócil, he perdido las ganas de salir de noche y buscar aventura, dejé de buscar cobijo y atención.
Ya no tengo ganas, porque me he convertido en una persona más seria.

Mis tristezas y depresiones ahora se han vuelto aburrimiento,
ya tengo 26 años, ya no tengo 22.
Ya se perfectamente lo que estoy haciendo y lo que debía dejar de hacer.
Estoy haciendo planes, estoy pensando en otras cosas,
he hecho a un lado esas antiguas preocupaciones, porque prefiero concentrarme en no cagarlo todo, entienden?

Por ahora mantengo la idea de aguantarme la respiración hasta acabar con la carrera de nado,
solo sacaré mi rostro del agua cuando sea totalmente necesario.
Tengo que acabar con este circuito, y esa es mi esperanza, que todo esto va a terminar,
se que tarde o temprano todo esto va a acabar, entonces no se vale renunciar a la carrera, no cuando llevo recorrido un gran tramo.

Mierda, ya ni siquiera me enojo tanto, ahora solo respiro y trato de ignorar las cosas, que se me escurran los diablos de todos los que quieran o pretendan acercarse a mi estúpida y ridícula paz interior.

Todos continuamos con nuestras vidas, completos o tratando de aparentar que estamos bien.
Y mientras menos me pueda involucrar, mucho mejor.

Un día sigue después al otro, y si este estuvo mal, entonces quizá el día siguiente sea peor, así que por el momento no debo quejarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario